domingo, 8 de abril de 2012

Tempus Fugit

Uno deja a un lado todas sus aficiones para ver cómo se desarrollan en su presencia los humores provinciales, ora como una farsa ridícula, ora graves y bellos como un cuento antiguo.
O quizá uno se queda solo durante toda la noche y el tiempo desabrido le recluye junto al fuego. Entonces puede recordar, enumerando placeres pasados, deteniéndose en las horas que fue "Feliz Pensando". Es una frase que bien puede dejar perplejo a un pobre moderno, rodeado por todas partes de relojes y toques de campanas y perseguido, incluso de noche, por brillantes esferas de reloj. Porque estamos tan ocupados y tenemos tantos proyectos remotos que realizar, y castillos en el fuego que convertir en sólidas mansiones habitables sobre un suelo de grava, que no podemos encontrar tiempo para realizar viajes de placer al País del Pensamiento y entre las Colinas de la Vanidad. El tiempo cambia, en efecto, cuando debemos quedarnos sentados toda la noche junto al fuego, con las manos cruzadas; y el mundo cambia para la mayoría de nosotros cuando descubrimos que podemos pasar las horas sin sentirnos descontentos y estar felices pensando. Tenemos tanta prisa por hacer, por escribir, por acumular posesiones, por hacer audible nuestra voz un instante en el silencio burlón de la eternidad, que olvidamos aquello de lo que estas cosas no son sino partes, a saber: vivir. Nos enamoramos, bebemos mucho, corremos de un lado para otro sobre la tierra como ovejas asustadas. Y ahora uno debe preguntarse, cuando todo está hecho, si no habría estado mejor sentado al amor de la lumbre en su casa y siendo feliz pensando.

Ir de viaje • Excursiones a pie
William Hazlitt • Robert L. Stevenson

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Me encantaría que comentaras aunque sólo fuera el estado del tiempo :)