Destilar unas gotas de aquello que uno guarda en su interior esperando mostrárselo al mundo, sacar la esencia durante unos segundos y elevarlo con sumo cuidado hasta nuestro sentidos, para tratar de impregnarnos aunque sólo sea por un instante y comprender al fin, qué se esconde en la mente de aquel que intentó cautivarnos con una idea.
Antonio
domingo, 12 de septiembre de 2010
Viaje desde lo de dentro hacia lo de fuera
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el viaje.
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Lo de dentro y lo de fuera
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